Paramahansa Hariharananda

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Rabindranath Bhattacharya nació el 27 de mayo de 1907 en la aldea de Habibpur, en las orillas del río Ganges, en el distrito de Nadia, Bengala occidental, a 65 km. de Kolkata. Nadia es considerado un lugar sagrado ya que muchos santos y sabios nacieron allí.
Fue el décimo hijo de Sri Haripada Bhattacharya, un respetado sacerdote, astrólogo y sanador, quien había adivinado el destino especial de su décimo hijo y solía llamarlo cariñosamente «Sannyasi Thakur» (señor monje).
Su madre, Nabin Kali Bhattacharya, era una mujer virtuosa y bondadosa de quien su hijo heredó las cualidades de una extraordinaria compasión y ternura.
La gran alma, a quien más adelante sus niños espirituales conocerían afectuosamente como “Baba”, mostró un destino espiritual extraordinario desde muy niño.
Cuando apenas contaba con cuatro años y medio de edad, el pequeño ya había memorizado todos los miles de mantras de puja del Hinduismo con solo escuchar a su padre, Sri Haripada Bhattacharya, recitarlos algunas veces. Guiado por su padre, creció para convertirse en un joven versado en todas las escrituras del mundo y las ramas del conocimiento espiritual (los Vedas, los Upanishads, el Bhagavad Gita, la Biblia, el Corán, etc.), así como un conocedor de astrología, astronomía, lectura de la mano, tantra y varios sistemas de yoga. A la edad de once años tomó voto de celibato.

A la edad de 12 años Rabindranath recibió iniciación en el camino del jñana yoga, por parte del reconocido maestro Sri Bijoy Krishna Chattopadhyaya, tras haberlo visitado un par de veces en compañía de su hermano Pareshnath y un cuñado, los dos discípulos de él.
Discípulo de Swami Trailanga de Benares, Bijoy Krishna Chattopadhyaya fue conocido como “Howrah Thakur” debido a que vivía en el suburbio de Howrah en Kolkata.
En 1932 fue a conocer al gran maestro de Kriya, Swami Shriyukteswar Giri en su ashram de Serampore, Bengala Occidental. Complacido con las inclinaciones espirituales del joven Rabindranath, Shriyukteswarji lo inició en Kriya Yoga, le enseñó astrología cósmica y le suplicó que fuera a vivir a Karar, su ashram en Puri, Orissa. Debido a obligaciones profesionales y familiares Rabindranath no pudo complacer los deseos de su maestro sino hasta seis años más tarde.
Cuando Paramahamsa Yogananda regresó a la India de Estados Unidos en 1935, Rabindranath fue bendecido al ser testigo de su estado de samadhi.
Aconsejado por Shriyukteswarji, fue iniciado por Yoganandaji en el segundo Kriya.
En 1938 renunció al mundo y se internó en el Karar Ashram de su maestro en Puri, Orissa, comenzando la vida de un monje ascético como Brahmachari Robinarayan.
Durante su tiempo en Puri, tuvo la gran fortuna de conocer y recibir las bendiciones de muchos grandes maestros como Sri Anandamoyee Ma.
La Madre, quien también tenía un ashram en Puri, cariñosamente solía llamarlo «Sahib Baba», ya que lo había conocido antes de convertirse en monje, cuando todavía se vestía con ropa moderna occidental.
También compartió mucho tiempo con Nanga Baba Digambara Paramahamsa, el gran maestro realizado «revestido de cielo» quien vivía en un extremo lejano de Puri, cerca del templo Lokenath. Este misterioso santo también es conocido como Totapuri, el gurú de Ramakrishna, y se dice que vivió 350 años.

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En 1941 recibió la iniciación en el tercer Kriya, impartida por Swami Satyananda Giri, amigo de infancia de Paramahansa Yogananda y en ese entonces Director del Karar Ashram.
Entre 1943 y 1945 él recibió las más altas iniciaciones en Kriya de Shrimat Bhupendranath Sanyal, el famoso padre de familia discípulo de Lahiri Mahasaya.
En 1944, un yogui joven, anónimo y misterioso apareció en el Karar Ashram y le reveló la técnica más secreta de samadhiDurante este período alcanzó seis estados de samadhi.
En 1948, después de permanecer en silencio y reclusión en su celda durante diez años logró el estado de nirvikalpa samadhi, la más alta realización espiritual lograda por un yogui dedicado.
Unos meses después, en 1949, recluido en su celda monástica, alcanzó la visión del inmortal yogui Babaji Maharaj, quien lo bendijo y le profetizó que su misión era difundir al mundo entero el mensaje original de los maestros de Kriya Yoga. En esa ocasión, debido a que durante todos esos años era muy raro que el silencioso Brahmachari Robinarayan hablara, y sabiendo que nadie había entrado a su habitación, algunos discípulos del ashram se acercaron detrás de su puerta cerrada para escuchar qué pasaba. Minutos después de la partida de Babaji Maharaj, al salir Br. Robinarayan de su habitación, preguntó a los que allí estaban si habían visto a alguien pasar. Entonces Swami Sebananda, el encargado del ashram, le dijo que vió la puerta abrirse pero que no vio a nadie salir, aunque escuchó las últimas palabras que el Visitante había dicho.

En 1951 Paramahansa Yogananda le confirió el poder de iniciar a los que buscaban sinceramente el camino de Kriya Yoga. También recibió autorización de Bhupendranath Sanyal para iniciar y enseñar Kriya. De ahí en adelante, inició cientos de personas en toda la India.
Casi todas las noches lo encontraban meditando ante la Madre Kali, un aspecto de la Divina Madre que no tiene forma, la cual era la deidad que presidía en su celda monástica.
El 27 de septiembre de 1958, la Divina Madre se apareció ante él y lo bendijo con su fulgor sagrado, confirmándole su misión divina para la elevación espiritual del mundo.
El 27 de mayo de 1959 hizo los votos de sannyas (iniciación monástica) ante Swami Bharati Tirtha, el Shankaracharya de Puri (una bendición excepcional!) y recibió el nombre de Swami Hariharananda Giri.


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Desde 1960 a 1974 Swami Hariharananda viajó por toda la India llevando el mensaje de Kriya Yoga.
Bajo el impulso de Babaji Maharaj, Paramahamsa Hariharananda comenzó a viajar al occidente en 1974, ya que Babaji sintió que la conciencia occidental ya había evolucionado lo suficiente para recibir las enseñanzas completas de Kriya Yoga.
En numerosas ocasiones entraba en samadhi, el extático estado sin pulso ni respiración, delante de muchos discípulos reunidos.
Viajó incansablemente por todo el mundo (Europa, Sudamérica, Estados Unidos y Canadá en donde fundó numeroso centros y ashrams) hasta pocos años antes de su mahasamadhi (salida consciente del cuerpo para fundirse con Dios) el 3 de diciembre de 2002 a la edad de 95 años.

Paramahamsa Hariharananda estuvo completamente libre de cualquier dogma religioso o credo sectario. Su perspectiva estuvo reflejada en su planteamiento científico de la enseñanza del Kriya Yoga. Toda su vida estuvo orientada y enfocada en la enseñanza espiritual.
Sus monjes y acharyas, a quienes entrenó amorosamente a través de los años, continúan su noble misión.

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